Los Angeles o The City of Lights, es una ciudad que desde que la conocimos nos robó el corazón. Para despedir el 2019, el destino me llevó a pasar unos días en California en un plan soñado: irnos en un Road Trip por toda la costa oeste con la familia de mi novio. Como se podrán imaginar, estaba más que feliz de saber que volvería.
Nuestros días en esta ciudad estuvieron repartidos en dos estadías. Al llegar, pasamos 3 días descubriendo Downtown LA, West Hollywood, Beverly Hills, Melrose Ave… para luego seguir con nuestro camino hacia al norte.
Nos quedamos en The Nomad. ¡Amo este hotel! Para nosotras, una parte deliciosa de viajar es poder disfrutar el hotel al máximo, porque parte de la experiencia. Es divino y es tan confortable que no sientes la necesidad de salir.
Downtown LA nos gustó mucho para quedarnos un par de días pues esta lleno de restaurantes, hoteles y tiendas nuevas que le han dado un nuevo aire a esta zona de la ciudad. Además, puedes sentir, imaginar y hasta ver, porque se refleja en la arquitectura, lo que fue hace hace muchos años esta parte de la cuidad, gracia a ese old/vinatge charm & hollywood glam que aun vive.
Cuando estamos de viaje, el desayuno siempre es igual y soñado. Tenemos tres opciones que conseguimos facilmente en todas partes: ¡croissant con chocolate caliente, pancakes con miel o un english muffin con mantequilla y chocolate caliente para tomar! ¡Que delicia!
Un plan que nos gusta muchísimo es caminar por Rodeo Drive y toda la zona alrededor. Se siente la energía vibrante e icónica de L.A. con sus palmeras altísimas y miles de escenas de películas que veíamos desde niñas de nos vienen a la cabeza.
Además, es un lugar que nos recuerda uno de los momentos más especiales cuando estuvimos con nuestra familia Cartier para el relanzamiento del #PanthèreDeCartier justo en el hotel de ¡Pretty Woman!. Es una zona que está llena de tiendas, restaurantes y de una energía muy especial.
Seguimos con nuestro paseo hacia el norte y luego de pasar unos días por fuera, (de los que les contaremos en otro post mas adelante) era hora de regresar a la ciudad de las estrellas. El clima estaba delicioso: el punto perfecto en que no hacía ni calor ni demasiado frío. En estos últimos días, nos quedamos en Marina Del Rey para vivir y disfrutar una zona diferente de la ciudad.
Entre nuestros planes estuvo caminar por Abbot Kinney que es super chévere y se siente una energía jóven y diferente. También pudimos disfrutar y vivir Santa Monica y sus playas, Pacific Palisades, Manhattan Beach y Malibu. Al poder conocer estas zonas, al descubrirlas y recorrerlas, me atrevería a decir que pudimos complementar nuestros días de una manera super especial, pues sentimos que logramos disfrutar al máximo cada zona de L.A. mientras descubrimos porque es una ciudad tan única y especial.
Como podrán ver en las fotos, estuvimos en muchos de los lugares icónicos de la ciudad.
¡Los atardeceres son mágicos! Me atrevería a decir que son los más lindos que he visto siempre. Un muy bien plan es hacer de esta hora del día un actividad para poder disfrutarlos al máximo, pues es un espectáculo que vale la pena vivir cada día. ¡Esperamos que les guste y se hayan ido de paseo conmigo a este viaje!
¡Gracias por leernos!
Esperamos estén bien y a salvo en sus casas y con su familia. Les enviamos un fuerte abrazo lleno de ilusión y de amor,
con cariño,